Estar embarazada en medio de una pandemia
A pesar de la incertidumbre y los escenarios complejos, las pandemias y las crisis mundiales, en cada sitio de la tierra (por suerte), los bebes siguen naciendo.
Cada embarazo es singular, cada vínculo es diferente como son diferentes también las historias de cada una de las mujeres embarazadas. Sin embargo hay algo compartido que trasciende las épocas, las culturas y las circunstancias individuales; me refiero tanto al campo físico como al terreno emocional que se activa de una manera particular durante la gestación y que hace que el embarazo sea un tiempo de vida único.
Dudas y ansiedad
Como es sabido, la gestación de por sí supone una revolución hormonal y emocional que impacta directamente en la vida de las mujeres. La preocupación sobre el estado del bebé, la incertidumbre acerca de si serán buenas madres, así como cierta intranquilidad sobre la evolución del embarazo y ansiedad por el parto y puerperio acumulan ya un montón de dudas y temores.

Si a esto le agregamos un nuevo factor como lo es una pandemia mundial con alcances totalmente desconocidos y el consecuente confinamiento preventivo, es lógico que se produzcan estados ansiosos y/o angustia.
Algunas de las inquietudes rondan en torno a las medidas de seguridad y protocolos de cuidado implementados en los hospitales; también la preocupación por tener que posponer tal vez el contacto físico inmediato con el bebé (si fuese necesario); y no menos importante a nivel emocional. es la frustración que sobreviene al saber que los abuelos y la familia en general no podrá conocer al bebé durante sus primeras semanas.
¿Cómo sobrellevar el confinamiento durante el embarazo?
Te proponemos algunos recursos:
· Intenta reconocer y nombrar los miedos y las dudas que te inquietan sin poner resistencia; ábreles la puerta porque la mejor forma de trascender las emociones es transitarlas.
· Haz una pausa para llevar tu conciencia hacia la respiración poniendo especial atención en aquellos lugares de tu cuerpo por donde sientes que se renueva el aire (fosas nasales, pecho, abdomen). Tómate tiempo para inhalar y exhalar profundamente.
· Elige alguien confiable con quien te puedas abrir para conversar libremente de tus temores; es importante que te sientas acompañada.
· Mantente activa: Aunque no puedas salir para caminar, nadar o practicar algún deporte, puedes realizar algunos ejercicios suaves en casa. Consulta con tu matrona y anímate!
· Las rutinas ordenan y dan sentido: Procura crearte una en donde se equilibren las ocupaciones con el ocio y el buen descanso. Haz pequeñas pausas siempre que puedas. Unos minutos de calma pueden marcar una gran diferencia.
· Evita la sobreinformación; tanto la que viene de los informativos como las que abunda en las redes sociales. Si es posible, limítalas a lo estrictamente necesario. Y recuerda que las únicas recomendaciones válidas en materia de salud, la tiene el personal sanitario junto con las matronas.
· Pausa para contactar con tu bebé y cuéntale lo que está pasando. Tu voz entibia y serena también su mundo.
Por último recuerda que no estás enferma ni eres débil; quedarte en casa cuidando y protegiendo el nido, es un gesto de amor y cuidado infinito para la humanidad que está naciendo. ¡Ánimo!