Dinstancia Social (?)
Buscando en el diccionario una definición para distancia social he encontrado una que me ha dejado perpleja: “….separación real entre individuos o grupos…. Cuanto mayor es la distancia, tanto menor es la simpatía, comprensión, intimidad e interacción que hay entre ellos…. Resulta del repudio mutuo”.
Me pregunto, a partir de las nuevas normas de convivencia establecidas para prevenir la propagación del COVID 19: ¿Cómo entender este concepto que se nos propone como modalidad de acercamiento si justamente, dado que somos seres humanos, la virtud social es aquello que nos define y nos convoca. Nuestra especie necesita de los otros para sobrevivir (claro, otros sin guantes ni miedo, otros que nos abracen, nos acaricien, nos llenen de besos….)
Cada vez que salgo a la calle, observo cómo nos comportamos con aquellos con quienes por casualidad nos cruzamos… ese encuentro sospechoso y desconfiado que nos impulsa a movernos hacia un costado generando la “distancia óptima”. Nos miramos de reojo, “¿tendrá el virus?”
Veo familias que pasan montadas en sus bicis y patinetes con la mitad de sus caras tapadas, como si fueran perros salvajes, incontrolables y hambrientos. No me gusta tener que adivinar sus sonrisas ni imaginar sus gestos; no me gusta suponerlos enemigos. Quiero reencontrar una mirada detrás de esas mascarillas que vacían lo más nuestro, lo más humano, lo que nos constituye como seres sociales.
Porque esto también pasará
….Hasta que volvamos a la tibieza de una mano sobre la otra y a la emoción que palpita piel con piel en un abrazo, seguimos unidos por el cielo entero y la luna, la anchura del mar y el viento. No se nos ha quitado la magia de la música ni la voz.
La distancia es antónimo para la trama social en la que nos movemos…No son términos que puedan convivir por mucho tiempo. No nos resignemos, entonces, ni naturalicemos demasiado rápido esta nueva forma de relacionarnos; ojalá que tanto el COVID-19 como la distancia no se acostumbren ni se queden por mucho tiempo entre nosotros.
